El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCML), Omar Ramírez, explicó que al istmo centroamericano y a República Dominicana les ha costado un 6% del producto interno bruto (PIB) los efectos de las variaciones climatológicas en los últimos 50 años.

Sobre educación, Ramírez entiende que urge, ya que aunque el 86% de los dominicanos ha escuchado hablar del cambio climático, solo la mitad, o un 52%, entiende nociones básicas sobre su importancia, sus efectos y la manera en la que se relaciona con sus vidas.

“En el continente nos enfocamos de manera más expresa en lo referente al financiamiento proveniente de organismos internacionales o gobiernos de países desarrollados con el objetivo de enfrentar las consecuencias del cambio climático y prepararnos para su mitigación. Sin embargo, la educación es más estratégica que el dinero, porque son las personas que responden a los inconvenientes y las capacidades humanas no pueden comprarse con recursos financieros”, señaló el funcionario público.   

Ramírez informó que 3,200 docentes de educación básica y media han sido capacitados en la labor de impartir conciencia a sus estudiantes sobre las distintas amenazas cernidas sobre el país y el mundo generadas por el cambio climático. “El destino del 4% del PIB para la educación también ha servido para esto”, expresó.

El concepto que sirve de centro a las formaciones consiste en la naturaleza transversal del cambio climático, el cual ha evolucionado de un inconveniente de medio ambiente a una situación clave en el desarrollo económico.

La influencia de República Dominicana en el Acuerdo de París.
En el territorio de República Dominicana se redactaron los principios alusivos a la educación en materia de cambio climático que quedaron plasmados en el Acuerdo de París, dijo Omar Ramírez, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo del Desarrollo Limpio. De igual manera, Ramírez explicó que el involucramiento del país en los asuntos del cambio climático ha sido un vehículo para integrar a República Dominicana a los foros internacionales. “En especial en Centromérica, la única región del mundo que como tal tiene una estrategia climática”.