Ampliar el alcance de visas de empleo temporales en Centroamérica podría ayudar a reducir la migración irregular a los Estados Unidos

11 de noviembre de 2021
Fuente: https://newsinamerica.com/

Washington. El aumento en el número de migrantes centroamericanos que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos años deja claro que Estados Unidos y sus socios regionales enfrentan un desafío a largo plazo para promover una migración ordenada y regular en la región. Ampliar las vías de protección humanitaria representa un elemento crucial de la respuesta ante este desafío. Pero respecto al alto número de migrantes centroamericanos que se trasladan principalmente por razones económicas, expandir las pocas vías que existen actualmente para la migración legal a los Estados Unidos podría ayudar a aliviar las presiones en la frontera suroeste.

Un nuevo informe del Migration Policy Institute (MPI), Invertir en alternativas a la migración irregular desde Centroamérica: Opciones para expandir las vías de empleo en Estados Unidos, propone que la ampliación de las visas H-2 basadas en el empleo estacional (H-2A para trabajo agrícola y H-2B para no agrícola) podría presentar la solución más prometedora a corto plazo, debido al amplio rango de industrias que se incluyen en estas visas.

Sin embargo, los programas H-2 se han utilizado para reclutar relativamente pocos trabajadores en El Salvador, Guatemala y Honduras, los cuales son los países centroamericanos con mayor emigración hacia el norte. En el año fiscal 2020, más del 90 por ciento de las visas H-2A y más del 70 por ciento de las visas H-2B fueron para trabajadores mexicanos, mientras que los trabajadores de Guatemala recibieron menos del 2 por ciento de las visas H-2A y no más del 4 por ciento de las H-2B. Estas cifras fueron aún menores para los trabajadores de El Salvador y Honduras.

Un análisis de datos indica que la expansión de estos programas estacionales contribuyó a la disminución de la migración irregular mexicana desde 2010. Aunque los factores que impulsan la migración desde Centroamérica son diferentes, la experiencia mexicana sugiere que una expansión modesta del alcance de los programas de visas H-2 en Centroamérica podrían ayudar a reducir la migración irregular y brindar a migrantes la oportunidad de trabajar legalmente en los Estados Unidos durante cortos períodos de tiempo.

No obstante, se tendrán que superar varios desafíos. Para los empleadores, existen pocos incentivos para desarrollar nuevas redes de reclutamiento en Centroamérica más allá de las que ya tienen y en las que confían en México. También existen preocupaciones sobre la protección de los derechos de los trabajadores migrantes, por ejemplo, cómo crear un sistema de contratación en el que los procedimientos sean transparentes y los intermediarios no cobren ilegalmente por sus servicios. Además, los funcionarios estadounidenses deberán adoptar medidas para garantizar que los trabajadores centroamericanos regresen a sus países de origen cuando terminen sus visas.

El informe mapea los esfuerzos que ya han adoptado los gobiernos centroamericanos para facilitar el reclutamiento internacional de sus trabajadores. También identifica opciones a corto, mediano y largo plazo que Estados Unidos y sus socios regionales pueden utilizar para mitigar las barreras a la expansión de programas de visas temporales en Centroamérica. Esto incluye que el gobierno estadounidense, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y los tres gobiernos centroamericanos cubran algunos o todos los costos de los empleadores para transportar trabajadores a los Estados Unidos y así incentivar el reclutamiento en la región. También se sugiere que los gobiernos implementen un programa de contratación seguro y eficaz que incluya una plataforma en la que los empleadores puedan registrarse y recibir la aprobación de los Estados Unidos para contratar trabajadores de la región, así como un sitio web donde los migrantes puedan revisar las ofertas de trabajo y los empleadores que han sido aprobados previamente.

“El Salvador, Guatemala y Honduras tienen una gran población en edad laboral, y alinear esta oferta de mano de obra con la demanda de trabajadores agrícolas y no agrícolas en Estados Unidos puede beneficiar a los inmigrantes, sus países de origen y sus empleadores estadounidenses, especialmente conforme la población de trabajadores agrícolas en Estados Unidos envejece y la población en edad laboral en México sigue contrayéndose,” concluye el autor del informe, Cristobal Ramón.

 

Temas claves: migraciones , excluir SELA