Alimentación escolar fomenta agricultura familiar en Brasil

10 de noviembre de 2015
Fuente: AGENCIA INTER PRESS SERVICE

Alimentación Escolar Fomenta Agricultura Familiar En Brasil

Niñas y niños de entre 5 y 7 años, durante el almuerzo en el comedor de la Escuela João Cáffaro, en el barrio Engenho Velho (Ingenio Viejo), con la mayoría de su población en pobreza, en la ciudad de Itaboraí, en el estado de Río de Janeiro, en Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

ITABORAÍ, Brasil, 09 nov 2015 (IPS) - “Esa ley debería estar vigente desde el fin de la esclavitud, que echó a la calle a los esclavos sin darles condiciones de trabajar y producir, convirtiéndolos en semiesclavos”, evaluó el agricultor brasileño Idevan Correa.

La alabada norma solo se aprobó en Brasil en 2009. Obliga a que al menos 30 por ciento de los fondos que las municipalidades reciben del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación se destine a la compra de alimentos producidos por la agricultura familiar local.

La fórmula es uno de esos hallazgos que después parecen obvios, naturales.

Además de asegurar un mercado importante a los pequeños productores, “mejoró la calidad de la alimentación”, atestiguó a IPS la madre de dos estudiantes, Jaqueline Lameira, quien ejerce de representante de las familias en el Consejo de Alimentación Escolar de Itaboraí, que controla la oferta y calidad de las comidas.

Itaboraí, un municipio del suroriental estado de Río de Janeiro, de 230.000 habitantes, cerca de 11 por ciento rurales, ya superó el mínimo legal.

Más de 40 por ciento de los desayunos y almuerzos que se suministran en las escuelas municipales consumen alimentos de la pequeña agricultura, aseguró Inaiá Figueiredo, responsable técnica de Nutrición de la Secretaria de Agricultura, Abastecimiento y Pesca de la alcaldía.

Era solo siete por ciento, cuando asumió la actual administración municipal, en 2012, recordó a IPS.

La alimentación ofrecida se diversificó, con el incremento de productos hortícolas, incluyendo verduras locales típicas, muy nutritivas pero poco consumidas, y la inclusión mínima de tres vegetales en cada comida, apuntó.

“Para postre hay frutas, nunca golosinas, y en los jugos no entra azúcar, sino miel de producción local”, acotó.