Más de 28 millones de latinoamericanos fuera de sus países

20 de febrero de 2015
Fuente: Publicado por la Agencia Prensa Latina, vía Google Noticias
La Habana, 20 de febrero de 2015 (PL).- Las crisis económicas, la inestabilidad política y la frágil seguridad ciudadana, influyen en la decisión de las personas a migrar, con la expectativa de que el cambio de país, lugar o región mejorará sus perspectivas económicas, familiares, sociales y de calidad de vida.

Otros fenómenos como la pobreza, el narcotráfico, la violencia, el mercado armamentista, la amenaza nuclear o el desastre ecológico contribuyen a las migraciones actuales, masivas y sin freno.

El politólogo y psicólogo argentino Marcelo Carlussi considera que "nunca antes como ahora tanta gente huye de situaciones adversas, pero, paradójicamente, nunca antes hubo tantas situaciones adversas".

Hoy, afirma, la riqueza y el bienestar crecen a pasos agigantados para muchos, pero para muchísimos otros crecen en forma inversamente proporcional la marginación, la falta de posibilidades, la precariedad.

Y recuerda que la gente huye de la miseria: del área rural a la ciudad, de los países pobres a la prosperidad del Norte, al igual que se fuga de las guerras, de las persecuciones políticas, de las cacerías humanas.

Para América Latina como para el resto de los continentes el éxodo de no pocos de sus habitantes no constituye una novedad, siempre ha ocurrido y generalmente funciona como un elemento dinamizador de su desarrollo social.

Así, el número de migrantes de Latinoamérica en el mundo es equivalente a la población de países como Perú o Venezuela.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) admitió que cerca de 28,5 millones de latinoamericanos y caribeños residen en países distintos de los de su nacimiento, el 70 por ciento de ellos en Estados Unidos. Mientras, la población inmigrante asciende a 7,6 millones de personas, de los que la mayoría procede de otras partes de la propia región.

Los cálculos de la CEPAL muestran que la cifra de 28,5 millones de emigrantes del continente supone el cuatro por ciento de su población total, y es superior a los 26 millones contabilizados en el 2000.

En cuanto a los países de origen, 11,8 millones proceden de México, que encabeza la lista, seguido de lejos por Colombia y El Salvador.

Respecto a los lugares de destino, Estados Unidos ocupa la primera posición con 20,8 millones de emigrantes latinoamericanos y caribeños, lo que incluye a casi la totalidad de los cerca de 12 millones de mexicanos que viven fuera de su país, y detrás España, con 2,4 millones de personas.

El estudio señala que la inmigración de ultramar, especialmente de españoles, se intensificó en los últimos años a causa de la crisis económica mundial, pero su nivel sigue contrastando con la elevada emigración de latinoamericanos y caribeños a Europa.

Ante tal dinamismo, cuyas cifras fueron corroboradas el pasado año por el proyecto Investigación de la Migración Internacional en Latinoamérica de la CEPAL, los foros intergubernamentales incluyen en sus agendas la defensa de los derechos humanos de los migrantes y el rechazo a medidas unilaterales y restrictivas de algunos países desarrollados que son su destino.

Exigencias actuales para mitigar la migración

La velocidad con la que crecen las comunidades de emigrantes, la existencia de plataformas gubernamentales y modelos exitosos, el interés de varios gobiernos de actualizar sus marcos regulatorios y la movilización generada por los foros globales realizados en la región en los últimos años marcan hoy los esfuerzos por la gobernabilidad de la migración.

Datos que llaman a la reflexión y la actuación urgente:

- Los 28,5 millones de latinoamericanos migrantes, representan el 13 por ciento del total mundial.

- El número de migrantes de América Latina aumentó en los últimos 10 años y sigue creciendo.

- En América Latina los porcentajes más altos de personas que viven fuera de su país de origen corresponden a México, Colombia, El Salvador, Nicaragua y Uruguay.

- La mayoría de los migrantes son personas menores de 30 años, especialmente entre los 20 y 29.

- Cinco millones de personas sufren las dificultades del desplazamiento forzado por narcotraficantes y otros grupos armados ilegales.

- El cambio climático está acelerando los flujos migratorios en México, Centroamérica, el nordeste de Brasil, la Cordillera de los Andes y las regiones de la Patagonia.

- América Latina es la principal receptora de remesas del mundo, tanto en términos per cápita como de volumen con cifras comparables a la Inversión Extrajera Directa y muy superiores a la Asistencia Oficial al Desarrollo. En países como El Salvador, Nicaragua y Honduras las remesas representan el 14, el 11 y el 10 por ciento del Producto Interno Bruto, respectivamente.

Nada más urgente, entonces, que una agenda para la plena inclusión de la migración en las estrategias de desarrollo posteriores a 2015 y la elaboración de planes para aprovechar los beneficios de los procesos migratorios.

Tal proyecto debe permitir, además, avanzar en el diálogo y la cooperación internacional sobre la migración, los derechos humanos y el desarrollo en los foros internacionales.

De igual modo debe facilitar la protección de los derechos de los migrantes y, en especial, de niños, jóvenes, mujeres, trabajadores poco calificados que se desplazan en situación irregular o lo hacen forzadamente buscando un refugio más seguro.