Estrategias para las Pymes ¿Qué hacer luego de la pandemia?

07 de abril de 2020
autor: http://www.sela.org/ | Por: Karla Sánchez y Javier Rodríguez*

Las pequeñas y medianas empresas son las responsables de la generación de numerosas fuentes de empleo. Representando a más del 99% del tejido empresarial en América Latina generan alrededor del 30% del PIB[1], por lo que la mejora o desmejora de estas conlleva a un significativo impacto social para las economías.

En el caso de América Latina, existe una tendencia a la especialización de las empresas de menor tamaño en actividades de baja productividad. De esta manera, la región posee una estructura productiva heterogénea, donde un número reducido de empresas concentran gran parte del PIB regional, en sectores con una productividad muy elevada, mientras el resto se encuentra en actividades cuyo desempeño es bastante pobre. Los tres sectores de más alta productividad en América Latina representan el 26,9% del valor agregado, pero apenas el 8% del empleo total y el 1,8% del número de empresas[2].

A este escenario se le suma la llegada de la pandemia propiciada por el COVID-19, lo que ha obligado a los gobiernos a tomar medidas estrictas para contener el avance de los contagios, paralizando alrededor del 50% de las actividades económicas, reflejados en los cierres parciales o totales de industria, cadenas de suministros, viajes, turismo, entre otros.

La pandemia del COVID-19 ha mostrado qué tan vulnerables pueden ser las economías. Entre los problemas surgidos, es evidente la vulnerabilidad del sector empresarial Pyme, aunado a la fragilidad de las cadenas de valor, la falta de proveedores alternativos y la dependencia provocada por una mayor concentración del mercado.

En este contexto, resulta esencial continuar realizando esfuerzos en la generación y fortalecimiento de políticas públicas dirigidas a elevar la productividad y el empleo en la búsqueda de estructuras económicas que favorezcan el crecimiento y el desarrollo de este sector.

En el corto plazo los gobiernos deben diseñar y aplicar un conjunto de medidas de estímulo fiscal y monetario que apoye a las Pymes en sus actividades productivas y que no reduzcan de forma drástica sus niveles de empleo. La Organización Internacional de Trabajo (OIT), plantea 5 líneas[3] acción para contrarrestar el efecto económico del COVID-19 en las Pymes: 1) mayor acceso a financiamiento y a activos circulantes, para garantizar su liquidez en el corto plazo con prestamos o exenciones fiscales temporales; 2) fomento a la demanda de productos y servicios; 3) promoción del empleo y de la protección social, incluyendo subsidios para mantener el empleo de los trabajadores y programas de formación; 4) apoyo a la reapertura de empresas post pandemia; y 5) dialogo social y cohesión social.

Sin embargo, en el largo plazo la apuesta debe ser alcanzar mayor complejidad económica y mayor productividad, de esta forma las empresas pueden reducir su vulnerabilidad a fenómenos como el COVID-19 y otros de índole económico o financiero. Además, es necesario el fortalecimiento de los encadenamientos productivos, propiciando el desarrollo de aquellos sectores estratégicos para las economías.

En tal sentido, desde el año 2017, la Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), en colaboración con la CAF-banco de desarrollo de América Latina, ha planteado una agenda de trabajo cuyo objetivo esencial es promover la articulación productiva de las Pymes de la región, apuntando a la premisa de largo plazo. Para ello se desarrolló un Programa de Trabajo que contempló la realización de actividades que atendieron tópicos como: la identificación de nichos productivos potenciales, la evaluación de impacto de políticas públicas, formalización e inclusión financiera de las pequeñas y medianas empresas.

Cabe destacar que este Programa fue desarrollado a través de actividades de capacitación en la aplicación de una metodología para la identificación de nichos productivos. Esta metodología permite, que los hacedores de políticas dispongan de una herramienta efectiva para realizar un mapeo de sectores productivos potenciales basados en las capacidades productivas existentes.

El Programa del SELA para 2020, apunta a la recuperación económica de la región; la aplicación de la metodología permite reducir el tiempo de selección de empresas potenciales y promueve el desarrollo de aquellas actividades productivas de mayor valor agregado. Además, se proponen actividades de capacitación que abarcan tópicos como la promoción comercial, la internacionalización y la inclusión financiera.

Para el 2021, la Secretaría Permanente del SELA continuará realizando actividades que promuevan el fortalecimiento del sector empresarial. Para ello se abordarán el fomento a la innovación como estrategia de apoyo a las Pymes y la generación de capacidades para el manejo de riesgos en las empresas. 

*(Economistas, Analistas de la Dirección de Estudios y Propuestas de la Secretaría Permanente del SELA)

 

[1]La Prensa Digital. Director de Análisis de la CAF aconseja cómo proteger a las mipymes del coronavirus. Disponible en: http://www.laprensa.com.bo/economia/20200405/director-de-analisis-de-la-caf-aconseja-como-proteger-las-mipymes-del-coronavirus

[2]Dini, M. y Stumpo, G. (2019) MIPYMES en América Latina: un frágil desempeño y nuevos desafíos para las políticas de fomento. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

[3]https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/multimedia/video/institutional-videos/WCMS_740715/lang--es/index.htm

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