La pandemia causada por el Covid-19 ha propiciado una crisis de grandes dimensiones que afecta sobre todo a los sectores más vulnerables de las sociedades; ha puesto a prueba los sistemas sanitarios de todo el mundo, en una emergencia mundial sanitaria que ha ocasionado efectos económicos, y sociales de extrema gravedad y cuyas consecuencias aún son incalculables.
Tal como lo ha señalado el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, al presentar un Informe sobre la Pandemia del Covid-19 enfocado desde la perspectiva de los derechos humanos, la situación planteada ante el Covid-19 para los migrantes y refugiados representa una triple crisis: sanitaria, socioeconómica y de protección.
La actual emergencia de salud pública ha agravado la ya difícil situación de los migrantes, esta crisis sin precedentes ha exacerbado la exposición de los menos protegidos en las sociedades y en este sentido, los migrantes constituyen poblaciones particularmente vulnerables porque su misma condición no les permite el acceso a los sistemas sanitarios en primer lugar, además de las medidas socioeconómicas que los gobiernos han puesto en práctica para enfrentar los efectos de la pandemia
Los migrantes no sólo no tienen acceso a los sistemas de salud, sino que además en plena crisis económica como consecuencia de la pandemia pierden los puestos de trabajo y son excluidos de las medidas de protección social adoptadas por los países de acogida, están expuestos a la discriminación y. y no pueden o tienen dificultades extremas para regresar a sus países de origen, son deportados y tienen que permanecer en lugares de retención que no cumplen con las más mínimas condiciones sanitarias. Las circunstancias hacen que estén expuestos a la estigmatización de ser considerados posibles portadores del virus en su regreso, así como a los mensajes de odio y xenofobia e intolerancia que este tipo de crisis suelen generar en las sociedades.,
Las políticas públicas sobre migración deben tener en cuenta que los migrantes son un factor de desarrollo si se abren los canales para la inclusión en las sociedades de acogida. Durante esta pandemia se ha demostrado la importancia del trabajo de los migrantes y su contribución tanto en la primera línea de la lucha sanitaria contra el Covid-19, como en los servicios básicos, agricultura, y otras actividades económicas. Lo que nos lleva a afirmar que su participación en la recuperación económica post pandemia será de vital importancia, en palabras del secretario general de la ONU, los migrantes serán parte de la solución. La pandemia del Covid-19 permite la oportunidad histórica de replantear por parte de los estados los procesos de la movilidad humana.
Este seminario busca analizar el impacto de la pandemia del COVID-19 en la población migrante desde diferentes perspectivas. Pretendemos con esto fomentar, en el contexto de la crisis producida por la pandemia, el análisis de la migración como un factor positivo, para evitar la regresión en las políticas migratorias de los estados y poder avanzar hacia procesos migratorios dentro de la región más estandarizados para que se convierta en un elemento propulsor del desarrollo tal como lo establecen los Objetivos del Desarrollo Sostenible, así como poder garantizar el respeto a los derechos fundamentales de las poblaciones de migrantes.
El evento forma parte de una serie de encuentros con el propósito de tratar el tema del impacto de la pandemia del COVID-19 en la migración, las implicaciones socio económicas para la región y como abordar el futuro. En nuestro programa de trabajo 2020 tenemos un mandato de nuestros países miembros de para evaluar la integración regional y sus desafíos migratorios
Pretendemos con ello fomentar, en el contexto de la crisis producida por la pandemia, el análisis de la migración como un factor positivo, para evitar la regresión en las políticas migratorias de los estados y poder avanzar hacia procesos migratorios dentro de la región más estandarizados para que se convierta en un elemento propulsor del desarrollo tal como lo establecen los Objetivos del Desarrollo Sostenible, así como poder garantizar el respeto a los derechos fundamentales de las poblaciones de migrantes.