Ciudad de México, 7 de mayo de 2015.- El Foro Económico Mundial sobre América Latina regresa a México en su décima edición. Esta es una oportunidad única para fortalecer nuestros vínculos y promover el crecimiento económico y el desarrollo social a largo plazo en nuestros países.
Hoy día, América Latina y el mundo se enfrentan a una infinidad de problemas complejos, como tasas de crecimiento más bajas, incertidumbre económica y el cambio climático. Todos estos son desafíos que trascienden las fronteras y que requieren una agenda de renovación positiva perfilada a fomentar nuestras fortalezas y recursos.
Nuestra región es vibrante, diversa y dinámica. Somos ricos en recursos naturales y humanos, y nuestros países son hogar de algunas de las industrias y empresas más creativas del mundo. De hecho, en años recientes América Latina se ha ganado un papel decisivo como motor de crecimiento y progreso social.
Durante la última década, 50 millones de personas han superado la pobreza y han impulsado el crecimiento de la clase media de América Latina. Los ingresos promedio en nuestra región han crecido 25 por ciento, mientras que la extrema pobreza se ha disminuido casi por mitad desde el año 2000. A fin de mantener este ímpetu hacia un desarrollo más equitativo e incluyente, debemos continuar invirtiendo en nuestro capital humano y en nuestra infraestructura, así como en investigación y desarrollo, fomentando startups y sectores basados en el conocimiento.
La educación es un elemento clave para impulsar el crecimiento y combatir la pobreza. Durante la última década, el número de años que los niños latinoamericanos pasan en la escuela ha aumentado de cinco a ocho. No obstante, estamos decididos a lograr más: debemos aumentar no sólo el tiempo que se pasa en la escuela, sino la calidad de educación que ofrecemos. Esto les permitirá a nuestros jóvenes ingresar a mejores empleos.
Se calcula que aproximadamente 60 por ciento de la fuerza laboral en América Latina está empleada en pequeñas y medianas empresas. Por lo tanto es importante fortalecer el éxito de las mismas por medio de la innovación. Nuestros gobiernos deben implementar políticas públicas que les permitan a los emprendedores crear startups de valor añadido, y aumentar así las oportunidades de empleo y un más amplio desarrollo económico. Además, a fin de desatar la productividad y la competitividad, debemos diversificar e integrar nuestras cadenas de producción, promover mayor equidad de género, facilitar el acceso a la atención médica, construir infraestructura moderna y fomentar la ciencia y la tecnología. La agenda de la renovación es larga, pero la voluntad latinoamericana para el progreso es más fuerte.
Es un honor para mi país ser el anfitrión de este foro internacional por tercera vez, justo cuando México está implementando 11 reformas estructurales –en áreas como la educación, el trabajo, la energía, las finanzas públicas, las telecomunicaciones, la competencia económica y la transparencia– cuyos objetivos son fortalecer nuestro crecimiento económico, proporcionar más derechos y fortalecer nuestra democracia.
Además, México es la decimoquinta economía más grande del mundo y la segunda más grande en América Latina. Disfrutamos de estabilidad macroeconómica y somos una de las economías globales más abiertas, con diez tratados de libre comercio con 45 países, además de otro a punto de iniciar con Panamá. México tiene una fuerza laboral joven, talentosa y bien calificada; somos importantes actores en la manufactura de alta tecnología, así como una plataforma logística global. Todas estas condiciones han hecho de México un país fiable en el que se puede depender y donde las compañías globales pueden invertir y crecer.
A fin de mantener y consolidar los logros económicos y sociales de nuestra región, el Foro Económico Mundial sobre América Latina ha reunido a líderes en los sectores público y privado para compartir sus experiencias y sus historias de éxito. Creemos que esta interacción nos ayudará a identificar nuevas áreas de cooperación hacia un crecimiento incluyente, así como hacia mejores oportunidades para nuestros ciudadanos.
Durante los últimos diez años, el Foro Económico Mundial ha demostrado ser un lugar importante para el debate regional. El foro es una plataforma ideal para compartir ideas y para echarlas a andar.
Es hora de aprovechar al máximo las oportunidades que se avecinan. Estoy convencido de que durante esta reunión regional podremos transformar el espíritu de propósito común y colaboración en el progreso que nuestras naciones exigen y merecen.