Son ellas, el Instituto iraní Pasteur y su par cubano Finlay que como parte de un acuerdo de colaboración elaborarán un antídoto contra el patógeno SARS CoV2, origen de la mortal enfermedad.

El director de la entidad cubana, Vicente Pérez Bencomo, se refirió a la experiencia de su instituto en vacunas conjugadas para niños, a partir de la cual se decidió utilizar igual plataforma contra el nuevo coronavirus.

Desde hace un año, los investigadores de los dos países comenzaron a desarrollar una inmunización antiCovid-19 que ahora marcha por la tercera fase de ensayos clínicos.

Bencomo dijo a Hispantv que la coproducción Cuba-Irán, Soberana 02 o PastuCovac, cumple con las expectativas de prevención de infecciones, producción de anticuerpos y es eficaz contra mutaciones del virus.

‘Se necesitan 15 años para desarrollar una vacuna desde cero hasta la etapa de industrialización, pero hicimos todos los pasos en 12 meses y la evidencia muestra que funciona muy bien’, subrayó.

La vacuna conjunta, anticipó, entrará en producción industrial la próxima semana.

En referencia a la cooperación entre Irán y Cuba, Bencomo aludió a la experiencia conjunta para producir la vacuna antineumocócica, en su momento la más vendida y cara de la historia, a la cual iraníes y los cubanos carecían de acceso por las medidas opresivas estadounidenses.

Los investigadores de la nación caribeña lograron fabricar una propia y transfirieron su tecnología a sus similares iraníes.

La política estadounidense de bloqueo contra Teherán y La Habana obstaculizó la adquisición de equipos y medicamentos, razón por la cual los científicos de los dos países acudieron a sus conocimientos para eludir ese cerco inhumano.