El Puerto de Cartagena; en Colombia, podría recibir entre 15 a 19 buques neopanamax a la semana a contar de 2017, según ha informado la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena. Foto: http://portalportuario.cl/

“Ahora, los buques de hasta 14.000 contenedores pueden cruzar el Canal de Panamá, con lo cual se crean nuevas rutas interoceánicas que reorganizan y revolucionan la industria incrementando la frecuencia de la llegada de estos barcos a nuestro puerto”, señaló Alfonso Salas Trujillo, gerente de la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena (SPRC).

Según consignó El Heraldo, en el puerto se han hecho inversiones superiores a los 850 millones de dólares, a fin de adaptarse a los nuevos requerimientos que impone la apertura del Canal de Panamá ampliado. 

Obras como la profundización del canal de acceso a la Bahía de Cartagena, el fortalecimiento de los muelles, la ampliación de los patios, la adquisición de cinco nuevas grúas pórticos para sumar 16 entre ambas terminales (Contecar y SPRC) se ejecutaron para optimizar la operación del puerto cartagenero.

El primero de estos “gigantes” de los océanos, con capacidad para transportar 8.800 contenedores, arribó al puerto cartagenero el pasado miércoles 6 de julio en su ruta hacia el Canal de Panamá. Se trata del MSC Brunella de la naviera Mediterranean Shipping Company.

El presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, dijo que la Sociedad Portuaria de Cartagena es una las 55 concesiones que tienen en el país y que en los últimos años, ha realizado inversiones por 26 millones de dólares en la zona de uso público, entre las que se destacan la compra de grúas pórtico Súper Postpanamax y el dragado a 15 metros de zonas de maniobra y muelle.

“Esto les permitió aumentar la competitividad y las operaciones por hora. Con este tipo de inversiones se busca posicionar la Bahía de Cartagena entre los 30 terminales más importantes del mundo y el tercero a nivel Latinoamérica”, señaló.

Entre las ventajas que ofrecen los neopanamax, están el que reducen el impacto de la huella de carbono al permitir un mayor volumen de carga transportado con un menor número de viajes y además manejan costos favorables para la movilización de la carga.