Quito, 10 mar (PL) La reunión de países petroleros latinoamericanos prevista para mañana viernes aquí fue postergada por motivos de agenda de algunos de los ministros del sector, confirmó hoy una fuente del ministerio de Hidrocarburos de Ecuador.

Está aplazada la reunión, dijo este jueves vía telefónica a Prensa Latina, la directora de Comunicación Social de esa entidad, Andrea Salazar.

La víspera, durante un conversatorio con medios de prensa en la ciudad costera de Guayaquil, el ministro del sector, Carlos Pareja, informó al presidente Rafael Correa que varios de los titulares de Hidrocarburos y Energía de la región tenían problemas de agenda para asistir a la reunión que se realizaría mañana en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas, al norte de Quito.

El encuentro anunciado el lunes pasado por el canciller de Ecuador, Guillaume Long, tiene como objetivo concertar una posición regional de cara a la cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), prevista para junio próximo en Viena.

Tenemos que ir a la cumbre de la OPEP con una posición consensuada, y exhortar también a los países productores de que tomemos medidas para mejorar el precio del petróleo, explicó Long, quien recordó que América Latina y el Caribe representan la tercera parte de la producción mundial de crudo.

Ecuador, uno de los socios más pequeños del cartel petrolero, se ha visto particularmente afectado por la caída de la cotización del llamado oro negro en el mercado internacional, al punto que el gobierno se vio obligado a reajustar el presupuesto general del Estado para 2016 a un precio promedio del barril de crudo de 25 dólares.

Según Correa, el año pasado, y como resultado de esa coyuntura adversa, la nación suramericana dejó de recibir siete mil millones de dólares por concepto de exportaciones petroleras.

El mandatario insiste en que un recorte de apenas un cinco por ciento de la producción mundial de petróleo ayudaría significativamente a estabilizar los precios, cuya niveles actuales, asegura Correa, no conviene ni a los productores ni a los compradores.