El impacto social y económico de la crisis sanitaria y las medidas para frenar su propagación han afectado directamente a la cadena de suministro, lo que ha derivado en tener que hacer frente en unos retos nunca vistos previamente de forma rápida y eficaz. Se ha producido un cambio en tiempo récord en la demanda y eso conlleva un ajuste de la producción, transporte y almacenamiento. Para hacer frente a este brusco viraje es importante “disponer de herramientas automatizadas que apoyen la gestión del negocio ante un cambio disruptivo como el actual”, explican desde Ágora, consultora especializada en cadena de suministro del grupo Vector ITC y partner estratégico de BlueYonder (JDA) en EMEA y Latinoamérica.

Según un informe de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, el 90% de los 23 grupos más grandes de este mercado en el país asiático ya reanudaron su trabajo a partir del 11 de marzo, y esto ha sido posible por la sólida cadena de suministro que tienen. Esto, según los expertos de esta consultora, demuestra que la crisis que atravesamos también representa una oportunidad para una “mejor coordinación entre las cadenas de suministro de productores, distribuidores y operadores logísticos” para alcanzar un máximo de eficiencia y asegurar el servicio.

Sin duda, esta nueva situación está siendo todo un desafío para las cadenas de suministro de las empresas, lo que pone de relieve la importancia de la base tecnológica que las soporta. En este punto, la compañía recomienda que a las empresas que mejoren todos los puntos de la cadena de valor que está implicada en el suministro mediante la implantación de soluciones que permitan prever la demanda y las necesidades de aprovisionamiento, optimizar el surtido y la gestión de productos disponibles, gestionar los precios, así como optimizar los inventarios, la logística, el transporte y la gestión de los almacenes.

“Solo aquellos capaces de mantener el control sobre sus procesos podrán abrirse camino ante las exigencias de la crisis”, asegura el especialista.