Organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, gobiernos locales y asociaciones juveniles de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe explorarán este jueves y viernes en Bruselas los retos compartidos entre ambas regiones en materia social y económica, como aperitivo de la cumbre que los mandatarios de la UE y la CELAC mantendrán la semana que viene.

Ocho años después de la última reunión organizada en 2015, y coincidiendo esta vez con la recién estrenada presidencia española del Consejo de la Unión Europea, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) mantendrán un encuentro de alto nivel el 17 y 18 de julio.

Pero antes de ello, la sociedad civil de ambas regiones del mundo se verá las caras el jueves y viernes de esta semana en el denominado Foro UE-ALC (América Latina y Caribe), que albergará numerosos debates y mesas redondas temáticas con el objetivo de intercambiar opiniones y experiencias que sirvan para forjar una mejor cooperación y un desarrollo compartido entre los dos continentes.

Recomendaciones de la sociedad civil a los mandatarios 

Fruto de estas deliberaciones, está previsto que el evento culmine el viernes por la tarde (hora europea) con la aprobación de una hoja de conclusiones y recomendaciones que, según los organizadores del foro social, luego será trasladada a los jefes de Estado y de Gobierno que se reunirán la próxima semana, para que la tomen en consideración cuando cierren acuerdos políticos.

Uno de los temas que abordará esta cumbre de mandatarios de la UE y la CELAC es el diseño de la agenda de inversiones de la UE en América Latina y el Caribe, bajo el paraguas del programa Global Gateway, creado por la Comisión Europea para contrarrestar con fondos e infraestructuras la influencia geopolítica que China aspira ganar en el mundo con la Nueva Ruta de la Seda.

Desde la sociedad civil, reclaman que las inversiones hechas a través de Global Gateway en América Latina y el Caribe tengan un «impacto social» para reducir las desigualdades, según pide en un comunicado difundido esta semana el Grupo de Trabajo UE-ALC.

Se trata de una plataforma de referencia para las relaciones entre la UE y Latinoamérica, que aglutina a más de 40 entidades civiles europeas (como Oxfam, WWF, Amnistía o la Coordinadora española de ONGs para el Desarrollo) que participarán, este jueves y viernes, en el foro social previo a la cumbre política UE-CELAC.

En su documento de propuestas, piden la revisión del modelo de acuerdos de libre comercio que la UE cierra con terceros países para garantizar «un capítulo vinculante sobre sostenibilidad» y condicionar el pacto al cumplimiento de «cláusulas sociales».

El coordinador de Oxfam para las relaciones UE-Latinoamérica, Hernán Sáenz, y miembro del Grupo de Trabajo UE-ALC, afirma en un comunicado que la Unión debe «evitar repetir el modelo que hasta ahora ha conducido a aumentar las brechas entre ricos y pobres y la destrucción del Amazonas» en su nueva agenda comercial con la región y su nuevo plan de inversiones.

Además, las organizaciones civiles del Grupo de Trabajo UE-ALC también reclaman «una transición verde justa» basada en programas contra la evasión fiscal, impuestos progresivos, eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles y universalización de los sistemas de protección social en Latinoamérica y el Caribe.

LOGRAR ESTATUS OBSERVADOR EN LA CUMBRE UE-CELAC con la vista puesta en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la semana que viene, el foro social de este jueves y viernes también debatirá sobre el rol que deben jugar los actores no estatales en las relaciones entre la UE y la CELAC.

En este sentido, las organizaciones civiles, los sindicatos europeos y los gobiernos locales de la UE y América Latina piden estar representados en un mecanismo multilateral o «multiactor» de nueva creación, con el objetivo de seguir el grado de cumplimiento de los acuerdos y de los procesos entre la UE y CELAC.

Esta fue la principal petición de una carta dirigida recientemente, entre otros, al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

En la misiva, piden que las entidades civiles, los sindicatos y los gobiernos locales y regionales tengan un estatus observador durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE y la CELAC de la próxima semana en Bruselas.

La principal ambición de estos actores es que su voz trascienda el foro social y que llegue hasta las negociaciones entre Estados, aunque, de momento, esta petición no ha tenido respuesta, según indicaron a EFE fuentes de entidades participantes del foro social.