IE University reunió la semana pasada a expertos internacionales para analizar el potencial de crecimiento económico, desarrollo político y social de América Latina y el Caribe, en una jornada co-organizada por Georgetown University y el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI). El evento contó con la participación de Germán Ríos, Director del Observatorio de América Latina y el Caribe de IE University; Alejandro Werner, Director de Georgetown Americas Institute; Núria Vilanova, presidenta de CEAPI; Enrique V. Iglesias, presidente de Honor de CEAPI;y Erika Rodríguez, Investigadora Asociada del Instituto Complutense de Estudios Internacionales.
Los expertos prevén un repunte del crecimiento económico en América Latina y el Caribe, una región que enfrenta importantes desafíos y cuenta con gran potencial por su riqueza en recursos naturales, su atractivo como destino de inversión y su dinámico ecosistema de innovación y emprendimiento. Según el Banco Mundial, los niveles de ingreso y de empleo de la región se recuperaron tras la pandemia y los mercados siguen siendo optimistas a corto plazo. Las perspectivas de crecimiento para 2023 se sitúan en el 1,4 %, cifra que en 2024 y 2025 se situará en torno al 2,4%.
En cuanto a los principales retos en la región, los expertos destacaron los niveles de informalidad, que aumentaron del 56,7 % al 63,4 % en 2021, y los efectos del cambio climático, que han ocasionado pérdidas económicas y sociales. Se estima que 17 millones de personas podrían verse obligadas a abandonar sus hogares y casi 5,8 millones caerían en la pobreza de aquí a 2030, por motivos como la falta de agua potable, la mayor exposición al calor y a las inundaciones.
Oportunidades
Germán Ríos destacó que «América Latina, en su conjunto, ofrece una estabilidad y unas oportunidades atractivas para la inversión extranjera directa, y en concreto para las empresas europeas. Fenómenos como el nearshoring o la necesidad de buscar la neutralidad en carbono a nivel mundial ponen en valor sus activos». Ríos añadió que «en un entorno donde las relaciones internacionales son cada vez más complejas, Europa y América Latina son socios complementarios que se necesitan. Políticos y empresarios deben trabajar para impulsar esta relación de beneficio mutuo».
Alejandro Werner subrayó que 2023 será un año de desaceleración económica hacia una tasa de crecimiento aproximada del 2% y reducción inflacionaria. «A medio plazo existen importantes oportunidades para la región en el ámbito de la transición energética, la relocalizacion de las cadenas globales de valor y como proveedor confiable de materias primas. Será necesario un nuevo contrato social para aprovechar estas oportunidades y generar un proceso de crecimiento inclusivo».
Núria Vilanova insistió en que Europa mira ahora mucho más a América Latina y esa es una ventaja que hay que aprovechar. «Latinoamérica ofrece oportunidades que tienen que surgir de políticas en las que predomine la colaboración público-privada, como la promoción de inversiones en infraestructura tradicional y digital, las mejoras en el capital humano y la preservación de la estabilidad macroeconómica. Las empresas españolas y europeas deben apostar por esta alianza a través de la internacionalización», aseguró.
