Iniciativa contribuye a prevenir la migración irregular

15 de agosto de 2022
Fuente: https://espanol.cgtn.com/

La central de autobuses de Tecún Umán, ciudad fronteriza guatemalteca con México, es lo que podría llamarse la última parada para miles de migrantes en territorio centroamericano. Se dice que aproximadamente 50 autobuses y 70 microbuses prestan su servicio hacia este destino todos los días. De ellos, al menos 20 vienen cargados con migrantes en familias o solos”.

Basta con caminar un poco por esta terminal terrestre para constatar la presencia de migrantes irregulares en los diferentes pasillos. Sus conversaciones se escuchan a lo lejos y todos tienen el común denominador del ¿y ahora qué hacemos? La respuesta se la podrían dar los supuestos coyotes que van cazando a sus presas al bajar del camión. Los que libran la cacería, acuden a Médicos sin Fronteras donde les hacen chequeos médicos a cientos de viajeros al día. Doce del mediodía, 40 grados Celsius.

"Y estoy aquí en Guatemala, ya a un pequeño paso de llegar a Tapachula con la mejor intención de que allá nos puedan ayudar con un pase fronterizo para poder llegar a nuestro destino", dijo Hayanel Carrasquero, migrante venezolano.

Entre enero de 2022 a julio del mismo año se calculan mil 245 albergados en el país según el Instituto Guatemalteco de Migración. 374 cubanos, 250 venezolanos y 217 hondureños forman parte del top de nacionalidades atendidas, pero no incluye a quienes deciden seguir su camino sin buscar ayuda.

Tecún Umán llegó a ser conocida en los años ochenta y noventa como la “Tijuanita” por su ubicación fronteriza, pero también por sus altos índices de criminalidad. Ha sabido levantarse y limpiar sus calles de la delincuencia, pero la migración desbordada podría golpear lo construido en décadas.

Los migrantes han denunciado a Guatemala como el peor escenario después de la selva del Darién. Aquí no es el crimen organizado o las pandillas quienes atacan, sino algunos elementos de la propia fuerza policial y migratoria. Obligan a pagar sobornos, aunque tengan permisos de tránsito o pasaportes sellados.

"El tema de los funcionarios que algunos quieren, no sé, te quieren cobrar como un pequeño impuesto o algo para uno poderse ir adelante y usted sabe que acá, nosotros estamos haciendo esto porque somos personas de escasos recursos. Si tuviéramos planta buscaríamos una visa, algo que nos haya llegar sin tantas complicaciones, sin tantos peligros, pero por ahora esto es lo que hay", dijo Hayanel Carrasquero.

"Es un detalle que lleva el migrante en el transcurso de su camino desde que lo empieza. No solo es el guatemalteco, sino también es el mexicano; los que vienen más allá, supongamos Colombia, en todo ese trayecto vienen sufriendo porque siempre existen sobornos", expresó Alejandra Godinez, oficina Municipal de Atención al Migrante 

En Guatemala podrían quedarse unos días, pero otros prefieren ir sin pausa. Quien no fue abordado por la mafia en la terminal, a las orillas del río pueden recibir nuevas ofertas de servicios. Por seguridad, no se pudo grabar en video.Al final decidieron irse sin pagar los cien dólares por persona. No por no querer, sino por no poder.

Tras pisar el territorio mexicano, la ciudad Hidalgo es un primer filtro donde los funcionarios de migración y Guardia Nacional parecieran ignorar la costa del río y sus tránsitos. Contrabando y migrantes tienen conductas como si fueran legales ante miradas complacientes. Los que logran pasar, en carretera podrían ser detenidos. Los más arriesgados cruzan de noche. Aquí hay tres. Un trabajador del sector educativo, un beisbolista y un operador de maquinaria pesada. Los tres vendieron todo para irse hacia los Estados Unidos. El suplicio de conseguir un hotel o lograr algo de dinero con las remesas que envían sus familiares desde Estados Unidos, apenas comienza cuando llegaron a Norteamérica sin un dólar.

 

"Yo voy con la fe que voy a llegar bien a Estados Unidos. Nos han agarrado. Hemos llevado coñazos, hemos corrido, hemos vivido de todo. Y aquí vamos. Estamos a un paso de llegar allá", dijo Richard Ortega, migrante venezolano.

No pasaron por la selva del Darién; tomaron un vuelo a la Isla de San Andrés en Colombia y luego navegaron sobre el Mar Caribe hasta Nicaragua. Iban con 16 personas más quienes hicieron trasbordo hacia otra embarcación en pleno mar abierto.

“La lancha, nada más te cobran 1.200 dólares para pasarte hasta Nicaragua. Pues ¿qué te digo yo? Los otros países, 200 dólares de Honduras, Guatemala. Más la persecución a que pase con la policía. Por lo menos yo iba en un carro y se nos pegó una patrulla atrás y nos venía disparando en persecución hasta que nos tuvimos que parar y a los que nos pararon se bajó el chofer y lo esposaron, lo golpearon y se lo llevaron para la patrulla y a nosotros pues en el carro que yo iba, ahí van cuatro cubanos y un tipo de la India y nos iban a deportar para atrás. Lo único que pudimos resolver fue que yo le dije al cubano préstame 20 dólares para resolver y con 20 dólares que tenía, pues resolví y me dejaron seguir, si no me fueran deportado a Venezuela de nuevo”, dijo Luis Alejandro Salas, migrante venezolano.

Ramón se encontraba entre los que jamás pensarían en emigrar del país. Esa realidad cambió cuando no tenía diez dólares para comprar una medicina. El dolor de su espalda y la indiferencia de su bolsillo lo empujaron a los caminos verdes. Creyó que moriría cuando fue encerrado varias horas en un tráiler en Guatemala, cuando fueron robados en Honduras, sobornados a pocos metros del río Suchiate. En México, el miedo apenas comienza.

“En estos momentos es cuando debemos tener más fuerza, más fortaleza, ser más positivos porque aquí hemos dejado a nuestra familia, hemos puesto en peligro nuestra vida, hemos desgastado tiempo. Creo que no podemos rendirnos; debemos salir adelante”, dijo Ramón Biscaino, migrante venezolano.

Madres que desde lejos les dan la bendición. Por ellos hacen el sacrificio de correr hacia otras tierras. Al buscar legalizar su permanencia en el país, provisionalmente, la vía para lograrlo es quedarse rescatados, según definición del personal de migración México, unos cuantos días en el centro de presentación migratorio conocido como Siglo XXI. Aquí la carrera pareciera terminarse.

“Hemos tenido que luchar para que no nos agarren presos y no nos deporten a nuestro país. Nos sentimos mal. Yo creo que esta es la parte de nosotros estamos un poquito más, nos sentimos sin avance, nos sentimos sin salida porque aquí, pues, para nosotros nos han tratado como, como cucarachas. Nos sentimos aplastados”, dijo Ramón.

No confían y prefieren buscar su permiso en libertad. Habiendo cobrado una remesa, buscan lucir lo mejor posible y antes de abordar la combi, se acicalan para la foto que les tomarán en la aduana. Lo que menos quieren es dar lástima. No viajan para pedir limosna; desean recibir propuestas de trabajo. Empieza una nueva etapa que los llevará a Huixtla, lugar donde la caravana que partió días atrás logró ser atendida. Saben que, en el camino, hay retenes que deben sortear. Llegamos a uno. Piden documentos. Sus pasaportes no están sellados, no tienen permiso provisional de tránsito… Este mismo día que fueron bajados de la unidad de transporte público, más temprano, 126 venezolanos fueron deportados.

"Allá la vida no es como la pintan. Para poder tener uno algo tiene que tener dos o tres empleos y trabajar legal, porque si lo agarra la migra a uno trabajando como con visa turística, lo mandan de regreso y le cortan todo. Entonces yo lo que aconsejo es a las personas que piensan irse mojados, que no se vayan. La vida es muy difícil, el trayecto de aquí para allá igual. Entonces por favor que piensen bien en su familia, aunque sea frijolitos, tortillitas, comiendo acá estamos bien acá en Guatemala o en su país donde estén", dijo Elba Almeda, ciudadana guatemalteca.

En lo que va de 2022, 343 personas provenientes de Venezuela fueron devueltas a su país de origen, México, ahora solicitará visado especial para quienes vengan de Brasil, los colombianos deben hacer trámites previos a su llegada a Cancún o a la capital mexicana. Las medidas migratorias impuestas por el gobierno federal se endurecen mientras en un libro escrito por el yerno del expresidente estadounidense, Donald Trump, se afirma que la Casa Blanca y el Palacio de Gobierno, habrían pactado desde 2018, disminuir la llegada de migrantes a la frontera entre ambos países, a cambio de obtener supuestas ayudas en prioridades políticas.

"El no saber si es la última vez que estás abrazando a tu padre o a tu madre o a tus hijos, es duro. Como dijeron los panas aquí, pues es una travesía en la que tú te estás jugando la vida para darle un mejor futuro a tu familia", dijo Ramón.

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