Polución del aire por energía fósil causa pérdidas de 2,9 billones de dólares

12 de febrero de 2020
Fuente: https://www.efe.com/

La contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles provoca cada año 4,5 millones de muertes en todo el mundo, según un estudio elaborado por Greenpeace y el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA, por sus siglas en inglés).

Alrededor de 40.000 de los fallecidos son niños menores de cinco años, que se ven afectados ante la exposición a micropartículas procedentes de los combustibles fósiles, mientras que unos 16 millones de menores sufren asma debido al dióxido de nitrógeno (NO2) emitido por los vehículos de combustión y las centrales eléctricas.

En la Unión Europea (UE), el informe estima que unas 398.000 muertes prematuras están “vinculadas” a enfermedades causadas por la quema de carbón y derivados del petróleo.

Así lo revela un informe elaborado por Greenpeace y el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), el primero que analiza de esta forma el coste global de la contaminación procedente de los combustibles fósiles, considerando tanto los costes sanitarios adicionales como los días perdidos por baja por enfermedad o muerte prematura en relación a la demografía de cada país.

“La contaminación del aire es una amenaza a nuestra salud y a nuestra economía. Cada año, la contaminación generada por los combustibles fósiles se lleva millones de vidas e incrementa los riesgos de padecer ataques, cáncer de pulmón y asma, además de costarnos billones de dólares”, afirma Minwoo Son, responsable de la campaña Aire Limpio en Greenpeace Sudeste Asiático.

“Pero es un problema que sabemos cómo resolver: evolucionando hacia fuentes renovables de energía, poniendo fin a los coches diésel y gasolina y fomentando el transporte público”, añade Son.

Entre los datos que expone el estudio, destaca que alrededor de 40.000 niños fallecen anualmente antes de cumplir los 5 años por la exposición a micropartículas (PM2.5) procedentes de los combustibles fósiles.

Además, el dióxido de nitrógeno (NO2) procedente de los vehículos de combustión y las centrales eléctricas está vinculado a unos cuatro millones de nuevos casos de asma infantil cada año, con aproximadamente 16 millones de menores afectados por asma por la exposición a NO2.

Greenpeace resalta que acabar con los combustibles fósiles conllevaría importantes beneficios sanitarios y económicos: según un estudio publicado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, cada dólar invertido bajo la Ley de Aire Limpio en dicho país generó al menos 30 dólares de beneficio.

De forma similar, el “día sin coches” semanal de Bogotá (Colombia) registró entre 3,20 y 4,30 dólares en beneficios sanitarios por cada dólar invertido en el programa, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Journal of Urban Health (1).

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