CAF: 5 ventajas de realizar evaluaciones de gestión en instituciones públicas

Con el objetivo de promover la evaluación de impacto como herramienta de gestión de los entes públicos de la región, CAF apoya a las instituciones a evaluar sistemáticamente su desempeño y eficiencia.

A continuación, presentamos 5 razones por las que el sector público deberían impulsar las evaluaciones de impacto en sus procesos operativos:

1. Suelen ser menos costosas: las EDG pretenden mejorar los procesos internos de las instituciones, que suelen ser sistemáticamente registrados, ya que forman parte del funcionamiento intrínseco de la institución. Por ello, los costos relacionados con el levantamiento de datos son considerablemente menores, ya que se pueden utilizar, por ejemplo, datos administrativos de la propia institución. En contraste, en una evaluación para medir el impacto de una política en una población determinada (las evaluaciones tradicionales) los costos del levantamiento de datos y seguimiento de los participantes del programa suelen ser altos (ver este ejemplo, y este otro). Por ejemplo: en esta evaluación, en la que CAF participó, que buscaba aumentar la recaudación de impuestos en el Departamento de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) de Colombia, el costo de levantar los datos fue cero, gracias a que se contaba con data administrativa confiable.
2. Se pueden obtener resultados rápidos: una de las críticas y preocupaciones políticas hacia las evaluaciones de impacto suele ser que éstas tardan demasiado, por lo que es difícil comunicar resultados positivos, o efectuar cambios en un mismo ciclo político. Las EDG tienen la ventaja de que estos tiempos pueden recortarse considerablemente, ya que se puede levantar información de los resultados casi inmediatamente dentro de la misma institución. Por ejemplo: en esta evaluación, conducida por CAF y la Alcaldía de Sucre (Caracas, Venezuela), que buscaba disminuir las tasas de evasión del pago de impuestos, se obtenían los resultados de diversos mensajes de incentivo en tiempo real en la medida que las personas pagaran sus impuestos.
3. Suelen enfrentar menores obstáculos políticos: otra preocupación por parte de los formuladores de política es que al conducir una evaluación para verificar el impacto de un programa se debe privar a cierto grupo del mismo (al menos durante el tiempo de la evaluación), generando esto un potencial alto costo político si la población no beneficiaria quiere acceder al programa. Con las EDG ese costo disminuye, ya que todos los beneficiarios siguen recibiendo la política, aunque de maneras diferentes para hallar el método que resulte más efectivo. Por ejemplo: en este estudio de CAF y la Policía Federal de Argentina se evaluó la efectividad de una capacitación destinada a entrenar a los policías en técnicas de uso de la fuerza y armas de fuego para mejorar la seguridad ciudadana. La población argentina seguía disfrutando de los servicios de la polícia local, solo con el detalle que algunos polícias se encontraban capacitándose, por lo que el costo político de esta intervención fue bajo.
4. Su enfoque es mejorar la toma de decisiones: dado que el foco de las EDG es hallar maneras de aumentar la efectividad de los procesos institucionales, luego de obtener los resultados existe una mayor probabilidad de que los hallazgos derivados de la evaluación sean utilizados como insumos para tomar decisiones para mejorar los procesos, optimizando así las capacidades de las instituciones. Por ejemplo: esta evaluación, conducida por CAF y el Departamento de Administración de Función Pública en Colombia, pretende probar diferentes mensajes de incentivo para aumentar las tasas de incripción de trámites de parte de entes públicos. Al terminar la evaluación (y determinar qué tan positivos fueron los mensajes), se espera que se incorpore el mensaje más efectivo en el proceso de contacto institucional con los entes registradores de trámites.
5. Es más fácil incluir al formulador de política en la evaluación: dado que las EDG tratan de resolver
   interrogantes relacionadas directamente con las funciones de los formuladores de política, resulta más fácil y atractivo para ellos involucrarse directamente en la evaluación, generando aprendizajes durante todo el proceso y no exclusivamente al momento de obtener resultados. Esto permite avanzar en la generación de una cultura de aprendizaje en nuestras instituciones.

Este enfoque representa una excelente oportunidad de aprendizaje para el sector público, que, al comenzar a trabajar con estas herramientas, puede medir sus avances, saber qué procesos pueden mejorar y cuál es la manera más eficiente de hacerlo.

Las razones expuestas para impulsar las evaluaciones de gestión son solo una muestra del camino que las instituciones públicas deben recorrer para aprender y tomar decisiones efectivas para una mejor gestión.