No solo Hawai. Watson había dictado el bloqueo inicial a petición del fiscal general hawaiano, Douglas Chin, un demócrata. El magistrado, cuya decisión provocó una airada reacción de Trump, consideró que el veto contradice una cláusula de la Constitución estadounidense que protege la libertad religiosa. Otros Estados se habían sumado a la demanda y también un juez de Maryland dejó sin efecto el decreto de Trump, aunque solo parcialmente.

Tras ese primer fallo, Chin solicitó a Watson que convirtiera el bloqueo temporal en indefinido, algo que hizo este miércoles y que deja el veto definitivamente sin efecto a no ser que una instancia judicial superior -como el Tribunal de Apelaciones o el Supremo- dictamine lo contrario.

Chin se mostró confiado este miércoles en que "la decisión razonada" de Watson prevalecerá ante los eventuales recursos del Gobierno de Trump.

El segundo decreto. El veto migratorio bloqueado por Watson suspendía durante 120 días el programa de acogida a refugiados y durante 90 la entrada de ciudadanos procedentes de Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia.

A diferencia de la primera orden, la medida no incluía a los ciudadanos de Irak y modificaba la provisión sobre los refugiados sirios, que tenían prohibida su entrada al país durante 120 días y no de manera indefinida, como establecía el veto original.

Ese primer veto también fue bloqueado por un juez federal en primera instancia, decisión confirmada por el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito tras los recursos de Trump.