UNCTAD propone alianzas regionales para impulsar el comercio a una América del Sur que sentirá un nuevo frenazo

07 de octubre de 2015
Fuente: Terra.com.ar, Argentina

Buenos Aires, 7 de octubre de 2015.- Una "frágil" América del Sur debería establecer alianzas comerciales directas entre sus naciones e incluso con otras regiones del mundo para aplacar el impacto de un nuevo frenazo de su economía en 2016, recomendó la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

Una de las limitaciones del actual sistema financiero internacional es la incapacidad para proporcionar los niveles deseados de financiamiento para el desarrollo de las economías reales, en medio de una elevada volatilidad, y esto afecta a los países sudamericanos.

Desde el punto de vista monetario, el informe de Naciones Unidas revelado ayer martes recomienda a los países en desarrollo como la Argentina avanzar en iniciativas regionales e interregionales que den lugar a acuerdos de intercambio, como la ALADI.

Créditos de comercio entre los países miembro, la creación de un fondo común de reservas y swaps -financiamiento entre Bancos Centrales como el que Argentina realizó con China- para dedicar los dólares a otros fines como la estabilidad financiera, también son algunas de las herramientas recomendadas para impulsar el intercambio.

Si bien la economía mundial está inundada de liquidez y el costo de salir a tomar créditos nunca fue tan bajo, todavía muchos países en desarrollo tienen dificultades para obtener fuentes de financiación internacional para la inversión productiva a largo plazo, dijo la Unctad.

Tras la crisis de 2008 hubo un avance para corregir los problemas de regulación que llevaron al estallido financiero, aunque aún quedan deudas globales como cambios en el sistema de ponderación de riesgo y la dependencia de las agencias privadas de calificación.

Naciones Unidas observa que la estabilidad financiera es un factor clave para promover la inversión, en pos de alcanzar los objetivos de desarrollo sustentable que conforman la "nueva agenda", y para ello se necesitan diagnósticos "menos sesgados".

El estudio proyecta que la economía global continuará expandiéndose en torno al 2,5 por ciento anual durante 2015 y un crecimiento apenas mayor (3%) de la Unión Europea, que se está recuperando aunque de forma muy despareja; y Japón crecerá 1%.

El complejo escenario para los subdesarrollados

Los países en desarrollo enfrentan un ambiente externo más complicado (fundamentalmente por la caída de los precios internacionales de las materias primas) y van a reducir sus tasas de crecimiento, explicó economista Pablo Borzt, encargado de presentar el informe.

La cooperación Sur-Sur podría enfocarse en reforzar el papel de los bancos de desarrollo dado que hay una rica experiencia para aprovechar en esta región del globo y, principalmente, recursos naturales por explotar más ampliamente.

Naciones Unidas espera que no haya crecimiento marcado de exportaciones, por lo que la salida de la crisis no se verá por ese lado, porque el volumen (cantidad de cosas) está sustancialmente por debajo de la tendencia previa a 2008.

El comercio internacional creció por encima de la expansión del PBI global hasta 2008 y desde allí comenzó a desacelerarse, hasta casi empatar la tendencia y ahora habrá una reconfiguración de los patrones de esa actividad.

Hasta 2014, China era un gran motor del comercio internacional tanto en la región asiática como con Estados Unidos y Europa, pero ahora se vislumbra que el intercambio será más entre países desarrollados, lo que se denomina "norte-norte".

La caída de los productos primarios

El factor más notorio en cuanto a precios entre la segunda mitad de 2014 y la actualidad es la baja de las commodities, no sólo petróleo sino también minerales y productos agrícolas (soja, maíz y trigo).

Hay dos factores detrás de esa caída: por un lado, la maduración de las inversiones en minería y petróleo (shale oil) y la expansión de la frontera agrícola, por lo que la oferta se expandió más rápido que la demanda; y por otro, la gran participación de inversores financieros en las commodities.

Bortz dijo que el impacto del freno del comercio internacional sobre América Latina será "sustancial" dado que en los últimos años se observó una reprimarización de la economía en esta Región del mundo.

Esa reprimarización se dio por el mayor aumento de las exportaciones primarias respecto de las industriales, por lo que ahora el continente "se verá muy afectado en términos de intercambio: esto vale para Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú".

"El impacto se sentirá a pesar de que estos países sudamericanos avanzaron en los últimos años en proyectos mineros y petroleros, mientras que América Central pasará un 2016 más calmo porque el peso de la actividad primaria es menor y aumentarían las remesas desde Estados Unidos".

Ante la persistencia de esta fragilidad financiera, el economista apuntó en la sede la Naciones Unidas en Buenos Aires que en los años post crisis 2008 también se observó "decreciente y significativa disparidad en la distribución del ingreso".

"Se requiere una marco coordinado global para atacar los problemas, aunque esto no se estaría dando debido a los condicionamientos políticos", se lamentó el Doctor en Economía por la Universidad Tecnológica de Delft, Países Bajos.