CAF advierte riesgo de perder clase media en Latinoamérica si no crece al 5%

24 de junio de 2015
Fuente: Publicado por Finanzas.com, España
Ciudad de México, 24 de junio de 2015 (EFE).- América Latina debe volver a crecer al 5 % en promedio de la década pasada si no quiere abocar parte de la nueva clase media a la pobreza, un reto en el que la infraestructura jugará un gran papel, afirmó el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Enrique García.

"Si no se vuelve al patrón de 4-5 %, muchos de los que están en la clase media volverán a la pobreza, y esto tiene connotaciones políticas y sociales muy importantes, y para la región la infraestructura es un pilar muy importante", dijo García en una entrevista con Efe.

Este será "un esfuerzo de gran magnitud" en el que los países deben actuar "de forma programática, clara, y con visión de futuro", señaló en el marco del foro "Infraestructura en el desarrollo de América Latina", organizado por CAF y celebrado en Ciudad de México entre lunes y martes.

En este contexto, de no lograrse un cambio en el modelo productivo, América Latina no lograría "cerrar la brecha" económica frente a países industrializados, mientras que si crece al 5 o 6 % lo conseguiría en unos 25 años, continuó.

Según datos del Banco Mundial, Latinoamérica vivió una fuerte expansión de producto interno bruto (PIB) de más del 5 % entre 2003 y 2012, sacando a 70 millones de personas de la pobreza y expandiendo la clase media hasta representar más del 50 % de la población.

Pero en los últimos años, en un contexto global débil, la región ha visto caer estas cifras.

En 2014, el crecimiento económico se situó en menos del 1,5 %, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Para este año, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima un leve aumento de solo el 0,9 %.

Es en este entorno donde la infraestructura será el detonador de desarrollo al ser "un factor de aumento a la productividad, de apertura de nuevas iniciativas en otros sectores y de mejoras de las capacidades" en segmentos tan distintos como la agricultura o el turismo, remarcó el directivo.

Pero para que la infraestructura -donde CAF engloba desde transporte, las telecomunicaciones, el agua y el saneamiento- catapulte estos resultados, es necesaria una mayor inversión.

En su reciente informe "Infraestructura en el desarrollo de América Latina (IDEAL)", la institución identificó que las inversiones en infraestructura deben representar más del 3 % actual para evitar el rezago frente a otras regiones.

"En los próximos años, América Latina debe duplicar esta inversión, llegar al 6 %", subrayó García, quien señaló que para ello se necesitan "marcos constitucionales" y "reglas del juego" claras.

Además, es imprescindible la participación del sector privado: "El arte está en cómo encontrar los mecanismos para que la inversión privada participe", señaló.

Con este objetivo en mente, se han de obtener recursos externos y en los mercados nacionales, como en fondos de pensiones que optan, usualmente, por canalizar el capital a áreas que no tienen un impacto sobre el desarrollo, como en la adquisición de bonos del tesoro, recordó.

Bajo estas premisas, CAF y otros bancos de desarrollo ofrecen "conocimiento y capacidad de análisis", además de actuar como "mitigadores de riesgos políticos y financieros", lo que da confianza al inversor.

Para el desarrollo de América Latina resulta esencial incrementar la inversión y fomentar las alianzas público-privadas, pero sin obviar un tema global como el cambio climático, apuntó García.

"El impacto ambiental debe estudiarse desde el principio (de un proyecto). Se hacen estudios, pero no lo suficiente", lamentó el directivo, quien se pronuncio a favor de buscar la sustentabilidad sin "parar el desarrollo".

Es un tema de "mitigación (de riesgos) y adaptación (al contexto) que corresponde a las instituciones, especialmente a los Estados, que aunque no han mostrado "todo el compromiso" requerido, están en pleno "proceso de cambio", refirió.

Sobre CAF, constituida en 1970 y conformada por 19 países - 17 latinoamericanos, España y Portugal- y 14 bancos privados, auguró un futuro prometedor, pues en el próximo lustro verá crecer sus activos de los 30.495 millones de dólares de 2014 hasta superar los 50.000 millones.