Las relaciones entre Europa y los países de América Latina y el Caribe (ALC) están marcadas por profundos lazos históricos y culturales, los que por cierto siguen jugando un rol de preponderancia a la hora de definir la agenda bilateral entre los países de las dos regiones.
Desde la década del noventa la Unión Europea (UE) comenzó a desplegar una estrategia de acercamiento con los países de la región a través de la firma de los denominados Acuerdos de Asociación. En particular, la UE comenzó firmando su primer acuerdo de Asociación con México en el año 1997, el que se encuentra vigente desde el año 2000. Dicho acuerdo culminó de renegociarse este año y se encuentra actualmente en proceso de revisión jurídica. Luego de México, la UE firmó otro acuerdo con Chile en 2002 que se encuentra vigente desde el año 2003. En 2008, los miembros del CARICOM suscribieron un tratado con la UE que se encuentra en aplicación provisional desde ese mismo año.
En el año 2012 se cerró el Acuerdo Centroamérica - Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) que está vigente desde el año 2013, mientras que también en 2012 la UE avanzó con los países andinos (Colombia, Perú y Ecuador), si bien las fechas de entrada en vigor difieren en el caso de Ecuador. Por último, en 2019 se suscribió el tratado entre el Mercosur (sin Venezuela) y la UE, el que al igual que en el caso de México se encuentra en proceso de revisión jurídica para iniciar el proceso de traducción (se apuesta a que el mismo sea firmado antes de fin de año).
La firma de acuerdos con prácticamente todos los países de ALC (con la sola excepción de Venezuela, Bolivia, Guyana y Surinam), le otorga al bloque europeo un diferencial respecto a Estados Unidos y China, los otros dos principales socios comerciales de la región. La importante red de acuerdos anteriormente mencionados, podrían generar un mayor dinamismo en los procesos de convergencia entre los diferentes bloques comerciales de la región, caso del Mercosur con la Alianza del Pacífico, o incluso favorecer el acercamiento comercial entre países como México y Brasil.
En un mundo marcado por la guerra comercial, hoy ya denominada Guerra Fría entre Estados Unidos y China, la profundización de las relaciones comerciales, políticas y de cooperación entre los países de ALC con la UE se torna cada vez más relevante y se le otorga desde ambos lados una importancia geopolítica de consideración, especialmente si se tiene en cuenta los desafíos que se enfrentarán en la agenda global en los próximos años.
Por otro lado, avanzar en la firma de nuevos acuerdos comerciales y, renegociar los existentes, podría favorecer un nuevo impulso del comercio entre los dos actores y un aumento de las inversiones, además de seguir avanzando en la armonización de normas que regulen y faciliten los negocios internacionales. En este escenario, la firma del acuerdo entre el Mercosur y la UE es un paso que abre definitivamente una nueva etapa en las relaciones birregionales.