St. John's, 3 de julio de 2014 (EFE).- Los líderes de los países que integran la Comunidad del Caribe (CARICOM) coincidieron en apuntar al sector privado como el motor del crecimiento económico que necesita el área, por lo que estudiaron vías para potenciar y dar cabida a las empresas con presencia local y atraer la inversión extranjera.
Todos ellos están reunidos esta semana en Antigua y Barbuda para celebrar la 35 cumbre anual del organismo regional, que contó con la presencia como invitado especial del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
El mandatario español les pidió apoyo a la candidatura de España a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para el bienio 2015-2016 y ofreció a cambio defender en ese foro los intereses de los miembros de CARICOM, en su mayoría pequeñas islas en desarrollo que en su día fueron colonias británicas y francesas.
"España, estamos convencidos, puede ser un excelente abogado de los intereses del Caribe, especialmente en un momento en que la agenda del Consejo de Seguridad va a ser enormemente compleja y cargada, visto el convulso escenario internacional", dijo Rajoy durante su breve paso por una cumbre que, por lo demás, prestó hoy gran atención al reto de fomentar el desarrollo regional.
El ministro de Energía de Barbados y responsable de la comisión de CARICOM encarga de desarrollo económico, Darcy Boyce, dijo al respecto que, tras diversas reuniones sectoriales, se ha detectado que "es el momento de reunirse con las empresas con presencia local" para conocer qué medidas deben ponerse en marcha para favorecer su crecimiento.
Durante el encuentro, y según la información facilitada por CARICOM, se apuntó que los puntos básicos a discutir con el sector privado pasan por establecer un ambiente favorable a la creación de empresas, el seguimiento de modelos de negocio de éxito en lugares del mundo y la puesta en marcha de alianzas público-privadas que favorezcan la mejora de la competitividad.
Durante los días de la cumbre que se celebra en Antigua y Barbuda hay en agenda varias reuniones sectoriales entre representantes de los gobiernos locales y de las principales empresas de la región.
Los países que forman parte de CARICOM y con presencia en esta cumbre son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname y Trinidad y Tobago.
Todos ellos buscan también cómo establecer un mercado único que favorezca el intercambio de mercancías, capital humano y servicios, como vía de desarrollo regional.
De esta cumbre, que se prolongará hasta el viernes, se quiere que salga un borrador de la nueva política económica de CARICOM que sea presentado en su texto definitivo en el próximo Consejo de Comercio y Desarrollo Económico que se celebrará a finales del próximo mes de octubre.
Aunque el desglose de la agenda es incierto, como telón de fondo de esta cumbre existen asuntos de interés regional como la disputa que Barbados mantiene con EEUU por las multimillonarias subvenciones de Washington a la producción de ron en sus territorios caribeños o la regulación del consumo de marihuana, entre otros.
El secretario general de CARICOM, Irwin LaRocque, recordó durante su intervención que resulta prioritario "encontrar soluciones para los desafíos económicos de la región", amenazada por la "fragilidad" de los países que la integran.
El primer ministro de Antigua y Barbuda y nuevo presidente de CARICOM, Gaston Browne, abogó además por la conveniencia de que todos los miembros de la organización se integren en la Corte Caribeña de Justicia (CCJ) como tribunal último de apelaciones para la región.
Su idea es que cesen en su costumbre de recurrir al Comité Judicial del Consejo Privado en el Reino Unido y dejen así atrás cualquier vestigio de colonialismo.