Minsk, 3 de julio de 2014 (PL).- El presidente belaruso, Alexander Lukashenko, apostó por la diversificación de la economía y la exportación hacia nuevos destinos, al subrayar el interés en los vínculos comerciales con un grupo de países latinoamericanos y de Africa.
Durante su discurso por la conmemoración del aniversario 70 de la liberación de Belarús del fascismo, Lukashenko dijo que Minsk debía trabajar con otras naciones y ampliar los mercados de venta, con mención particular a Cuba, Nicaragua, Ecuador, Brasil y Venezuela.
Llegaremos asimismo al mercado africano, subrayó el mandatario, al agregar los nexos existentes con Siria, Iraq e Irán.
Lukashenko aclaró que se trata de la búsqueda de intereses nacionales, pero sin afectar a los socios y vecinos con quienes cooperamos, puntualizó.
Sobre el particular, destacó a la Unión Económica Euroasiática (UEE), conformada además por Rusia y Kazajstán, como un futuro centro poderoso de desarrollo económico en la región.
Aclaró que ese proyecto de integración regional representará más que beneficios para su país, con ingresos adicionales al presupuesto nacional y la salida a un mercado de 170 millones de habitantes.
Proyectada para el primero de enero de 2015, la UEE supone la libre circulación de mercancías, capitales y fuerza de trabajo por el espacio de los tres países.
Belarús, según el mandatario, podrá vender un 75 u 80 por ciento de la producción nacional en el mercado común regional.
Insistió en que la participación belarusa es necesaria en el proyecto de la UEE y será una excelente premisa para el desarrollo interno, pero con esfuerzo y trabajo esmerado para lograr una producción nacional competitiva, enfatizó el gobernante.
En otra parte de su discurso, Lukashenko prestó importancia cardinal al fortalecimiento de las Fuerzas Armadas como garantía de un estado independiente y soberano, en medio de un acontecer global convulso e inestable.
Nosotros fortalecemos nuestra capacidad defensiva, abastecemos a nuestras tropas con armamentos modernos y técnica militar. Garantizamos la protección de la frontera del Estado unificado (Rusia y Belarús) y solucionamos esa tarea con nuestros hermanos, afirmó.
Advirtió el presidente belaruso que los sucesos de los últimos tiempos muestran que los conflictos armados no son un mito, sino una realidad terrible y citó la cadena de guerras ininterrumpidas en Libia, Egipto, Siria y más recientemente en Ucrania.