Titulo | Vivir del
Norte Perfil sociodemográfico de los hogares perceptores de remesas en una región de alta emigración |
Autor | Dr. Alejandro I.
Canales Dpto. Estudios Regionales Universidad de Guadalajara |
Remesas y Hogares en Teocaltiche,
Jalisco3
Jalisco es una entidad de amplia
tradición migratoria. Por lo mismo no es extraño que en el 2000, en esta
entidad se localizaran más del 10% de los hogares perceptores de remesas,
los que percibieron en promedio poco más de dos mil pesos mensuales. Estas
condiciones de migración y remesas son aún más claras en ciertas regiones
y municipios de Jalisco, que como los de la región de Los Altos, se
incorporaron desde fines del siglo XIX al proceso migratorio. En este
sentido, resulta interesante investigar las condiciones de migración y
percepción de remesas en este tipo de regiones, en donde la centenaria
tradición migratoria ha permitido la formación y consolidación de redes
sociales de carácter transnacional.
En estas comunidades la
migración es un fenómeno social que las atraviesa horizontalmente. El
sistema de redes sociales y familiares permite que prácticamente todos los
hogares están directa o indirectamente vinculados con el proceso social de
la migración. Sin embargo, la participación específica de cada hogar no
puede verse en términos estáticos, sino dinámicos y cambiantes, en función
del diferente papel de la migración y las remesas en cada etapa del ciclo
de vida familiar. En efecto, los arreglos familiares que se configuran a
partir de la migración tienen su propia dinámica y evolución, tanto en
términos de las opciones migratorias para sus miembros, como de las
necesidades de remesas en cada etapa del ciclo familiar.
De esta
forma, si bien las remesas son uno de los principales leit motiv
de la migración, su entendimiento exige una visión estructural que vaya
más allá de los tiempos cortos de la migración en cada coyuntura. Así como
no todos los hogares con migrantes activos son perceptores de remesas, así
también no todos los hogares alejados de la migración activa están
necesariamente distanciados del proceso de envío y percepción de remesas.
Sin duda, las probabilidades de percepción de remesas se incrementan en el
caso de los hogares con migrantes activos, pero ello no puede negar el
hecho de que también en los demás hogares las remesas son un factor
importante para su organización social y económica.
Al respecto, el
caso de Teocaltiche resulta ilustrativo. En este municipio sólo el 10% de
los hogares parecieran no tener vinculación con las redes que han surgido
del proceso social de la migración. Nos referimos a hogares sin migrantes
activos ni "retirados", sin emigrantes definitivos, y sin parientes
directos del jefe de hogar en Estados Unidos4. Por el contrario, prácticamente 9 de cada
10 hogares tienen vinculaciones directas con las redes sociales de la
migración, aunque no necesariamente con la migración activa o de un
periodo más reciente.
En efecto, el 39% de los hogares tiene al
menos un migrante activo, esto es, individuos cuyo más reciente
desplazamiento fue en los últimos cinco años (1996-2000). Asimismo, el 20%
de los hogares tiene emigrantes definitivos, esto es, individuos que
fueron miembros del hogar y que actualmente residen en Estados Unidos, a
la vez que otro 29% tiene parientes directos del jefe del hogar (padres,
hermanos, nietos y/o abuelos) que tienen su residencia habitual en Estados
Unidos. Finalmente, sólo el 3% de los hogares cuenta sólo con migrantes
"retirados", y ningún otro tipo de vinculación (migrantes activos,
emigrantes ni familiares del jefe de hogar.).5
Ahora bien, al cruzar esta
información sobre las condiciones de la migración con la condición de
percepción de remesas, se observa una situación muy peculiar. En efecto,
aún en los hogares sin vinculaciones directas con el proceso migratorio,
el 15% de ellos son perceptores de remesas, situación que se intensifica
en los hogares "retirados" del circuito migratorio, en donde más del 30%
de ellos son perceptores de remesas. Asimismo, prácticamente un tercio de
los hogares con migrantes activos no fueron perceptores de remesas durante
el año 2000 (ver cuadro). De esta forma, si bien las remesas tienden a
concentrarse en aquellos hogares más directamente vinculados con los
circuitos migratorios, las redes sociales de la migración permiten que
muchos hogares que están alejados (al menos temporalmente) de la dinámica
migratoria, participen sin embargo, del proceso de envío y percepción de
remesas.
Teocaltiche, Jalisco. 2000 | |||
Hogares según situación migratoria y condición de percepción de remesas | |||
a | Percepción remesas | ||
a | Total | No | Sí |
Total | 100% | 52.0% | 48.0% |
Migrantes Activos | 100% | 33.5% | 66.5% |
Emigrantes en USA | 100% | 36.8% | 63.2% |
Fliares. Directos en USA | 100% | 73.6% | 26.4% |
Sólo Migrantes Retirados | 100% | 69.9% | 30.1% |
Sin Migrantes | 100% | 84.3% | 15.7% |
Fuente: Encuesta de Migración y Remesas, Teocaltiche 2000. |
En otras
palabras, la participación en el flujo migratorio tiene ritmos y
frecuencias particulares, que no son estáticos ni permanentes, sino
dinámicos y variables. De esta forma, tanto la participación como el
distanciamiento del proceso migratorio son fenómenos temporales, que
pueden variar en función de los ciclos familiares y personales. No
obstante, la participación en las redes sociales de la migración es algo
más estructural, que no depende directamente del nivel de participación en
el flujo migratorio en un momento determinado, sino a lo largo de una
trayectoria de vida y migratoria tanto personal como
familiar.
Considerando lo anterior, a continuación presentamos unos
primeros datos sobre el papel de las remesas en la estructura del hogar,
así como en los arreglos familiares y residenciales que se establecen en
distintos momentos del ciclo familiar. Un primer aspecto relevante, se
refiere al papel de las remesas en la estructura del ingreso de los
hogares. A nivel agregado, las remesas representaron el 20% del ingreso
total de los hogares en Teocaltiche para el 2000. Esta cifra es realmente
significativa y nos dice del peso específico de las remesas y la migración
en la dinámica económica no sólo de los hogares migrantes, sino de la
economía local y regional.
Al comparar la composición del ingreso
monetario de los hogares según su condición de percepción de remesas, se
observa el rol fundamental de las remesas en los hogares perceptores. En
efecto, en los hogares no perceptores de remesas, la principal fuente de
ingresos son las remuneraciones al trabajo, las que contribuyen con el 67%
del ingreso familiar, seguidas de las rentas empresariales que aportan
otro 28%. Por el contrario, en el caso de los hogares perceptores de
remesas, éstas representan el 40% del ingreso familiar, igualando la
participación de las remuneraciones al trabajo, y superando con creces las
demás fuentes de ingreso (ver cuadro).
Teocaltiche, Jal.
2000 | |||
a | a |
Percepción remesas | |
a | Total | No | Sí |
Total Ingresos | 100 | 100 | 100 |
Remuneraciones al Trabajo | 56.0 | 67.2 | 44.1 |
Remesas | 19.4 | 0.0 | 40.1 |
Rentas Empresariales | 21.2 | 28.2 | 13.7 |
Rentas Propiedad | 0.8 | 1.2 | 0.3 |
Transferencias Familiares | 0.4 | 0.5 | 0.2 |
Transferencias Institucionales | 1.2 | 1.1 | 1.4 |
Rentas Financieras | 1.1 | 1.9 | 0.2 |
Ingreso Per Cápita | $ 1111 | $ 1092 | $ 1131 |
Ingreso Per Cápìta sin Remesas | $ 895 | $ 1092 | $ 678 |
Fuente: Encuesta de Migración y Remesas, Teocaltiche 2000. |
Un dato relevante
es que no parece haber diferencias significativas en el ingreso de cada
hogar según sea su condición de percepción de remesas. En ambos casos, el
ingreso per cápita es cercano a los 1100 pesos mensuales (ver cuadro). En
este sentido, podemos dimensionar la importancia relativa de las remesas
en los hogares perceptores. Sin las remesas, el ingreso per cápita en esos
hogares se reduciría drásticamente, cayendo a menos de 680 pesos mensuales
por persona. No cabe duda que las remesas tienen un rol fundamental en la
reducción de las desigualdades económicas y condiciones de pobreza de la
población, más aún si consideramos que el 48% de los hogares fueron
perceptores de remesas en el año 2000.
Un dato adicional que
corrobora este papel de las remesas, se refiere al uso concreto que se les
da a estos recursos en los hogares perceptores. Lejos de constituir una
fuente de ahorro, que pudiera eventualmente derivar en inversión
productiva, las remesas desempeñan el mismo papel que los salarios,
aportando los recursos necesarios para la manutención cotidiana de los
hogares y sus miembros. En efecto, más del 43% de las remesas son
destinadas a la compra de bienes de consumo directo de las personas
(alimentos, bebidas y similares), a la vez que otro 17% se destina al
gasto del hogar (luz, agua, gas, utensilios domésticos, etc.) (ver
gráfica).
Destaca también el alto gasto en
salud, así como el bajo gasto en educación. Esto se puede explicar por la
presencia tanto de niños como de personas de la tercera edad en los
hogares perceptores, y en cierta forma, da cuenta del tipo de arreglos
familiares que se establecen a través de las remesas y la migración. Así
por ejemplo, un caso algo recurrente, es lo que hemos llamado como el
síndrome de "como agua para chocolate", esto es, hogares en donde
algunos de los hijos e hijas mayores han emigrado a Estados Unidos,
mientras que una de las hijas menores se ha quedado en el hogar de los
padres cuidándolos. En este caso, la hija por lo general no tiene un
empleo estable, y la economía familiar está prácticamente sustentada en el
flujo de remesas que envían los hijos, y en el apoyo de otros familiares
en la comunidad. Asimismo, no es raro que gran parte de las remesas se
destinen a cubrir los gastos médicos de los padres.
Asimismo, el bajo gasto en educación en los hogares perceptores de
remesas no se debe a que en ellos no haya niños menores, sino más bien al
hecho de que en la localidad no se cuenta con una opción muy amplia de
educación privada, por lo cual, el grueso de los niños en edad escolar
asiste a las escuelas públicas, donde el gasto es muy menor. Asimismo,
cuando se da la migración del jefe de hogar en hogares con niños en edad
escolar, no es raro que los abuelos contribuyan parcialmente con el gasto
del hogar, incluyendo la educación de sus nietos. De hecho, en no pocos
casos, con la migración del jefe de hogar a Estados Unidos, su esposa
suele regresar al hogar de sus padres, al menos temporalmente mientras se
estabiliza la situación migratoria y laboral del jefe de hogar.
De
esta forma, resulta relevante constatar los distintos significados de las
remesas según sean los arreglos familiares y la trayectoria migratoria de
los individuos y del hogar. Tanto la magnitud de las remesas, como su uso
específico son variables en el tiempo, en función de las diferentes
exigencias y demandas que surgen de los arreglos domésticos que se arman
en cada etapa del ciclo familiar.
Considerando lo anterior, a
continuación presentamos un análisis sobre las diferencias en los arreglos
familiares y la situación socioeconómica y sociodemográfica del hogar,
según su condición de percepción de remesas, de modo de establecer un
perfil diferenciado para cada tipo de hogar. Para ello, nos basamos en un
modelo de regresión logística que nos permite determinar en qué aspectos
los hogares perceptores de remesas se diferencian significativamente de
los no perceptores, y en cuáles no hay distinción relevante.
Antes
de presentar el análisis de los resultados del modelo, cabe señalar
algunas limitaciones metodológicas derivadas de su aplicación para este
caso concreto. En general, suele asumirse que el propósito del análisis de
regresión logística es la posibilidad de predecir la evolución de un
evento determinado a partir de sus relaciones con otros eventos en el
pasado (Vivanco, 1999). Sin embargo, el carácter predictivo de estos
modelos se sustenta en una serie de condiciones que no siempre se
corresponden con las derivadas de los diseños metodológicos que subyacen a
cada investigación. Es por ello, que suele aconsejarse que los distintos
parámetros estimados por el modelo logístico, sean interpretados de manera
diferente según se trate de investigaciones de corte longitudinal o
transversal.
En concreto, en los estudios de corte transversal las
distintas relaciones han de interpretarse en términos de correlaciones o
asociaciones entre las variables analizadas, mientras que en los estudios
longitudinales, es más pertinente utilizar los conceptos de efecto,
predicción o determinación (Jovell, 1995, Vivanco, 1999). Esta limitante
se debe a que en el caso de los diseños transversales la condición de
variable dependiente e independiente no puede determinarse a priori, pues
la medida de ambas es coincidente en el tiempo6.
En nuestro caso concreto, el
análisis de regresión logística nos permite configurar un perfil
sociodemográfico de los hogares perceptores de remesas, aunque no podemos
establecer el carácter causal o determinístico de dicho perfil. En otras
palabras, los resultados del modelo logístico se interpretan en términos
del significado estadístico de las diferencias sociodemográficas entre los
hogares perceptores y no perceptores. De esta forma, podemos encontrar que
los hogares perceptores se diferencian de los no perceptores en tal o cual
categoría sociodemográfica, pero no podemos asignarle a dichas categorías
un carácter ni explicativo ni causal de la condición de percepción de
remesas en cada hogar.
3 Los datos usados en esta sección provienen de una
encuesta a hogares levantada en febrero del 2001 en el municipio de
Teocaltiche, en los Altos de Jalisco. Corresponde a una muestra
probabilística de 367 hogares, seleccionados en forma aleatoria, por
estratos urbano y rural. Esta encuesta forma parte del proyecto
"Estimación del impacto económico de las remesas en comunidades de alta
emigración en el Centro-Occidente de México", que cuenta con
financiamiento del CONACyT y la Universidad de Guadalajara.
4 En estricto sentido, no se trata de hogares
completamente ajenos al proceso social de la migración, puesto que forman
parte de una comunidad migratoria en donde también son importantes las
redes de amistad, compadrazgo y otras relaciones comunitarias. Sin
embargo, por exigencias metodológicas del instrumento aplicado, se debió
dejar de lado este tipo de redes sociales.
5 La baja proporción de
este tipo de hogares, no significa que no hayan migrantes "retirados" en
la comunidad. El problema es más bien metodológico, en la medida que si
bien a nivel de los individuos podemos hablar de un "retiro" del circuito
migratorio, a nivel de hogares, en cambio, este retiro corresponde en
realidad a una sustitución o relevo del migrante por otros miembros del
hogar.
6 Como señala Jovell (1995:85)
"la interpretación y medida de la probabilidad estimada sólo tiene sentido
en estudios de tipo longitudinal, mientras que en los transversales sería
más adecuado utilizar el concepto de proporción o prevalencia. Ello es
debido a que los diseños de tipo transversal permiten estimar sucesos o
acontecimientos puntuales ... que no se pueden inferir a situaciones
futuras o probables".